Si no detengo esto, moriré. Ya es hora de tomar mis penas y ponerlas en un avión de papel, dejarlas ir y seguir con mi vida, pues no queda otra si ya no te nace acariciarme con palabras. Has sido mi vida, mis pensamientos, mi cabeza, mi corazón... si hasta hoy ya no soy yo misma. Jamás pensé enamorarme de esta forma, si tan solo me hubiera equivocado un poco menos, pero cometí errores como todos, tú también me hiciste caer muchas veces con tus palabras tan frías, que chocaban contra mi cuerpo y destrozaban mi piel. Ya es tarde, nada queda ya. Si tienes alguna objeción, dila ahora... antes de dar vuelta la página. He esperado tanto una palabra tuya, que decidas tomar la iniciativa, como lo hice cuando te besé por primera vez, pero no, te has quedado trabado en tu mente y por más que te quiera entender, no has querido abrir tu corazón para contarme que te sucede, no quieres ayuda de nadie. Eso esta mal y te entiendo, pues me sucede lo mismo ahora. Tengo esta pena que me mata poco a poco, sé que cuando vuelva a verte mi mundo caerá al suelo y no podre evitar admirar tu rostro desde lejos, sin poder tocarte.
No entiendo, ¿Qué sucedió? Sé que cometí errores y me arrepiento, pero yo incluso a pesar de tus errores conmigo, te sigo amando. No quiero cuestionarme, pero mi amor es tan grande, me importas mas que a nada.
Al no saber de ti y como he esperado una respuesta que nunca ha llegado. Doy por entendido que todo termino, que nisiquera te quedan ganas de verme, de hablar conmigo. No lo sé, pero de verdad si algún día, cuando tengas tiempo para pensar que eres humano y que tienes corazón, puedas buscarme. Espero que ese día no sea demasiado tarde, pues he decidido dejarte en paz, ya me canse de buscarte, de darte señales... no puedo amar a alguien que no me ama, a quien no le importo.
Adiós, te dí todo lo que podía dar.
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